RECUERDOS PARA MAMÁ
Mamá, tu eres la imagen que guardo en mi memoria,
tú eres la luz que llevo en mi interior,
tú eres el amor que siempre tuve
y que un día el tiempo me robó.
Mamá, tú eres el ángel que siempre me guía,
tú eres la voz que nunca se borró,
tú eres para mí la herida
que el tiempo no curó.
Mamá, tú eres la llama que calienta mi vida,
tú eres la llaga que acrecienta mi dolor,
tú eres la samaritana que cura mis heridas
y vigila temblorosa en el balcón.
Tú fuiste el banquero que puso su tesoro
protegido por una urna de cristal,
por temor a que los ángeles del cielo
no apartaran de mi camino el mal.
Tú fuiste el ojo sabio y cuidadoso
que en mi juventud no paró de vigilar,
y con pulso firme y decidido
impediste que me pudiera desviar.
Estudia, estudia, me decías insistente,
en esta vida hijo, no dejes de estudiar,
el ignorante no sabe lo que es eso
hasta que su mente empieza a despertar.
El tiempo va pasando y ya comprendo
lo importante que es el estudiar,
para no entregar a otros tontamente
lo más preciado de mí, la voluntad.
De niño me creía, ¡pobre ignorante!
que mi vida nunca tendría final,
hoy presiento claramente
que el carro alado de la muerte está a llegar.
La Aurora trae consigo un nuevo día,
el Crepúsculo trae consigo su final.
Así es con nuestras vidas,
estamos un breve tiempo nada más.
CENEME
1 comentario:
Felices somos los que tuvimos o tenemos la palabra amiga de una madre. Hoy, muchas de ellas necesitan nuestros consejos y ayuda.
Mary Lee
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"